viernes, 29 de marzo de 2013

A veces la indiferencia y la frialdad causan mucho más daño que la aversión declarada

El hombre que no sabia querer :  <~-~>                                              
Sentado en su mecedora, en el patio de la casa, Ramón observaba  como llegaba la noche y se oscurecía el día pensando que iba a cenar recordó que le faltaba leña y cogiendo el hacha se fue hacía el corral donde guardaba la leña, allí encontró  unos troncos suficientes para hacer la cena.                                                  
Al día siguiente tenía que ir a casa de su novia para hablar de su casamiento ya que tenían que esperar por que lo habían llamado a filas y tenia que incorporarse pronto y no sabía cuando volvería.                                  
No se había consolado aún la desventurada señora de la pena que el desatino de su hija le causara, y se pasaba las horas lamentándose de su suerte, cuando entro en quintas Ramón. La pobre señora no sabía si sentirlo o alegrarse. Triste cosa era verle soldado, con el chopo a cuestas: al fin era señorito y se le despegaba la vida en los cuarteles. Pero también pensaba en la disciplina militar le vendría muy bien para corregir sus malas mañas.Por fortuna o por desgracia el joven, sacó un número muy alto, y quedó de reserva   . Pasado algún tiempo y después de una ausencia de cuatro días presentándose a su madre y le dijo que se casaba, que quería casarse, y si no le daba su consentimiento él se lo tomaría.                                                                
                                                           

Amar no es solamente querer, es sobre todo comprender.Te amo para amarte y no para ser amado, puesto que nada me place tanto como verte a ti feliz.












                                                                                                                    
Debe notarse, la verdad ante todo, que desde que empezó el noviazgo de Ramón con la hija de la tendera,se fue corrigiendo de sus malas, mañas rapaces, hasta que se le vio curado de ellas. Su carácter  sufrió un cambio radical: mostrándose  afectuoso con su madre y con Galana, se resignaba a no tener más dinero que el poquísimo que le daban, y hasta en su lenguaje se conocía el trato de personas más honradas y decentes que antaño.                                 
Y así el hombre que no sabía querer, y sin querer aprendió a amar.                                                      

Y en los próximos días mas capítulos con::
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