sábado, 7 de febrero de 2015

He buscado la felicidad en todas partes, pero no la encontrado más que en un rincón, con un libro.

La sabiduría de los sabios y la experiencia de los siglos pueden condensarse con las citas.
Para el espíritu, como para el cuerpo, lo que limita la acción menoscaba la alegría.
El valor de la historia no es científico, sino moral. La historia, el liberalizar la mente, profundizar en las simpatías y fortalecer la voluntad, nos permite controlar, no la sociedad, sino algo mucho mucho más importante, a nosotros mismos; nos prepara para vivir de una forma mucho más humana en el presente y enfrentarnos al futuro en lugar de predecirlo.
Me interesa el futuro porque es allí donde pasaré el resto de mi vida.


BIOGRAFÍA
Pío Baroja y Nessi nació el 28 de diciembre de 1872 en San Sebastián. Era hijo de Serafín Baroja y Zornoza, ingeniero de minas y hombre de cultura, que participó en la vida literaria donostiarra, y de Carmen Nessi y Goñi. En 1879, la familia Baroja se trasladó a Madrid, y en 1881 a Pamplona, donde residieron. Estudió el bachillerato en Madrid y Medicina en la Universidad Central. Aunque de nuevo un traslado familiar lo obligó a terminar la carrera en Valencia aunque se doctoró en Madrid en 1894, con una tesis acerca del dolor. Obtuvo una plaza de médico de Cestona. Tras un año ejerciendo regresó a Madrid en 1896 para regentar, junto con su hermano Ricardo, la panadería de su tía Juana Nessi, pero ya había escrito algunas obras y decidido que su verdadera vocación era la literatura. Inició su colaboración periodística en periódicos y revistas de Madrid.
En 1899 tuvo la ocasión de conocer en París a los hermanos Machado, a Oscar Wilde y a Reclus. En 1900, a raíz de la publicación de Vidas sombrías, conoció al que seria su gran amigo Azorín.
En 1902 se le ofreció un homenaje en Madrid. Viajó por España, y al año siguiente visitó Tánger como corresponsal de guerra del periódico El Globo y en 1906 viajó a Londres y París, visitó Suiza e Italia
En 1911, después de haber oído hablar en su familia de Eugenio de Aviraneta, pariente de los Baroja, comenzó a estudiar su historia, de la que surgiría luego la serie Memorias de un hombre de acción.
En 1914 nació en Madrid su sobrino el antropólogo y etnógrafo Julio Caro Baroja. Durante estos años continuó viajando, escribiendo y colaborando con la prensa.
Con la llegada de la República en 1931, no se adhirió a ésta, aunque sí sintió siempre una querencia romántica por el anarquismo, se definió a sí mismo como un liberal radical, individualista y anarquista.
En 1935 ingresó en la Real Academia de la Lengua.
En julio de 1936, el comienzo de la guerra civil lo sorprendió en su casa de Itzea, en Vera de Bidasoa, fue detenido y liberado al día siguiente pero esto lo decidió a exiliarse en Francia. Durante la mayor parte de la guerra vivió en París, en el colegio de España de la Ciudad Universitaria. Escribió en ese tiempo muchos artículos para La Nación de Buenos Aires.
En 1941 regresó de nuevo a Itzea donde empezó a escribir el primer volumen de sus memorias: Desde la última vuelta del camino.
El 30 de octubre de 1956 falleció en Madrid.


No hay comentarios:

Publicar un comentario